jueves, 29 de enero de 2015

SENBAZURU (千羽鶴) HEIWA (平和)

    Una de las tradiciones más bellas de Japón la que nos dice que si hacemos mil grullas de origami y las atamos todas juntas, las grullas nos concederán un deseo, que generalmente suele tener que ver con una pronta recuperación tras una enfermedad.
    ¿Por qué las grullas? En Japón, la grulla es un ser mitológico que vive 1.000 años, y de ahí surge la costumbre del senbazuru (千羽鶴), que también se regala cuando hay un nacimiento, porque otorga una vida larga y próspera; en una boda, porque otorga mil años de felicidad conyugal, etc., y es que este conjunto de grullas de papel es uno de los amuletos más arraigados en Japón.



     Estas mil grullas de papel se hicieron especialmente famosas al finalizar la Segunda Guerra Mundial, cuando Sadako Sasaki, una niña de 12 años que vivía en Hiroshima cuando cayó la bomba atómica enfermó de leucemia debido a la radiación y empezó a hacer grullas para conseguir su deseo de sanar. Desgraciadamente, según nos cuenta la historia popular Sadako sólo completó 644 grullas cuando murió y sus amigos hicieron el resto hasta 1.000 (existe otra versión que dice que sí completó las 1.000 grullas).


     Más tarde, cuando se construyó el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima (Hiroshima heiwa kinen kōen) se dedicó un Monumento a la Paz de los Niños (Genbaku no Ko no Zō) y en su cima encontramos a Sadako sosteniendo una gran grulla de papel, y de hecho, cada día niños de todo el mundo envían sus grullas de papel que quedan expuestas alrededor de este monumento, ya que se han convertido en símbolo también de paz, y estas grullas suelen llevar escrita la palabra paz en sus alas (en japonés 平和 )leído heiwa, de forma que cada ala de la grulla lleva un kanji o ideograma), como vemos en la imagen anterior.




Bajo el pedestal, y sobre mármol negro, hay una inscripción que reza:

これはぼくらの叫びです        これは私たちの祈りです        世界に平和をきずくための 
 Kore wa bokura no sakebi desu.                   Kore wa watashitachi no inori desu.                 Sekai ni heiwa o kizuku tame no. 

     Éste es nuestro grito.              Ésta es nuestra oración.           Construir la paz en el mundo.







La grulla es un ave venerada en todo Japón:




     La grulla japonesa, es una singular ave zancuda de más de un metro de alto, agudo pico, largo cuello, cabeza con un tinte rojo, extensas alas y propietaria de un hermoso plumaje blanco y negro que la destaca frente a sus otras hermanas plumíferas. Sus movimientos elegantes, su agilidad y su fuerte reacción ante el peligro, han sido inspiración durante cientos de años para los cultores de las artes marciales y artistas de la pintura, literatura y poesía.



     Una de las primeras características que los filósofos orientales exaltaron en esta hermosa ave es la longevidad. Algunos estudios hablan de una edad promedio de 40 años, lo cual para un ave es un rango etario bastante considerable. En el antiguo Japón, el hecho de verla regresar cada año tras su migración hizo creer que podía llegar a vivir hasta 1.000 años. En textos de la antigua China aparece relacionada a los sabios más ancianos, a quienes acompañaba de cerca en la búsqueda de su largo camino espiritual.

     Distribuida en la isla de Hokkaido, al norte de Japón, la grulla además es famosa por su fiereza al momento de defender su nido ante posibles atacantes como los cuervos y las águilas. Gracias a esta cualidad la gente la considera un animal protector de la familia y portador de buena fortuna. Otra de las características que resalta en este noble animal, es que la grulla japonesa elige una pareja y se mantiene con ella toda la vida; por esta razón es habitual ver representaciones de esta ave en telas de kimonos matrimoniales y arreglos para las bodas. Como símbolo de fidelidad y lealtad también fue reconocida por la casta samurai, quien ornamentó sus armas con su figura y llegó a crear escudos heráldicos que representaban a la familia en la batalla.



      La grulla es un ser mágico que se ha ganado un espacio místico en las sociedades orientales, regalando esperanza, fuerza, fidelidad y una particular belleza que inunda todos los paisajes de los que forma parte. Esperemos que el peligro de extinción al cual se enfrenta actualmente esta hermosa ave, no sea el vaticinio de que los valores que ella representa también estén a punto de desaparecer entre nosotros.








No hay comentarios:

Publicar un comentario